Hoy fue uno de esos días en los que siento y sé que invertí bien mi tiempo. Siempre estoy tentada de dormir, sobre todo estas últimas semanas. Previendo futuras depresiestas y demás, me anoté en las clases de gastronomía coreana que organiza del Centro Cultural Coreano en Argentina y hoy fue la primera clase.

Este año el profesor es un cocinero que trabaja en un restaurante coreano al que tengo ganas de ir cuando mi tiempo y mi bolsillo me lo permitan. Me sentí muy cómoda con la clase, se nota que para él la cocina es algo especial y nos tuvo paciencia durante las dos horas que estuvimos.

Este miércoles hicimos un desayuno típico coreano: arroz, huevo al vapor y alga tostada. El sabor de la alga crocante y condimentada me sorprendió, se podría comer como snack incluso. El huevito quedó tan tierno y el arroz ahh (✯◡✯) pegote como me gusta.